martes, 5 de febrero de 2008

un cuento viejo pero con mucho color...





by me
En mi lavabo había un arcoiris, mis ojos lo vieron crecer cuando ni agua corría. Un hermoso prisma reflejaba coloreante mi cara que en el espejo circular de mi baño, sonreía sin igual.Miré mi rostro de recién levantada, y fue emocionante ver como la paleta de colores básicos me iban maquillando cada partecita de mi piel cansada. Una mano, como si fuera la de Dios, daba pinceladas precisas sobre mis párpados, sobre mis labios, mis mejillas, mis cejas, cuello, abdomen, pantorrillas, pies, manos, uñas… mis cabellos se fueron extendiendo por desiguales superficies y comenzó a tener otra textura, sedosa, frágil. Mi nariz creció y se puso dura, mis orificios nasales se confundieron entonces en una recia superficie color naranja que se mezclaba con mi boca roja. Mi cráneo se hizo pequeño y fue que mi cabello tomó su nuevo “look”: peinadito para atrás, relamidito y pegadito a la nueva forma de mi cabeza. Mi cabello rojo desaparecía se tornaba negro y ahora cubría toda mi cara. A excepción del pico aquel de irrompible estructura y brillante color.Alrededor de mis ojos me habían teñido un color amarillo vivo y unos blancos puros que hacían lucir mis pupilas redondas. Mis brazos se llenaron de una especie de hojas colgantes, de colores azules oscuros, aquel arcoiris me estaba dando todo un espectáculo!Yo comencé a sentirme más ligera, mi pecho inició, entre mis respiraciones más cortadas a crecer, y a llenarse de las mismas plumas de colores fuertes. Mis muslos se perdieron entre un follaje regordete y mis pies eran los de un ave. Cuando me dí cuenta de lo que sucedía era porque yo ya estaba silbando hermosamente, agudamente, con fuerza y con determinación… mi cara era la de un tucán maravilloso, lleno de luz y color, lleno de temple y gracia.Alerta me encontraba yo como el tucán que ahora representaba, y colorido, sobre el filo del lavabo, mis dos patas se agarraban para poder seguir mirándome, mejor dicho, admirándome frente al espejo. No en vano dije antes algo acerca de la mano de Dios, y es que al verme con esta hermosa percha, no puedo más que pensar que viene de alguien divino. Alguien me hizo un regalo, el regalo más hermoso, más inesperado.Pensaba que estos dias la pasaria algo desolada y ahora, con mis nuevas alas podré volar alto, lejos y, volver y aterrizar y rascarme con mi largo pico por entre mis plumas multicolor. Nadie notará en mi que un año más ha pasado, ni siquiera yo, porque ahora tengo la más inquebrantable de las personalidades encima, la de un tucán maravilloso que no puede más que ser un deleite aquí, allá o encima de mi lavabo azul con espejo de luna.


1 comentario:

grande dijo...

ste pedo sta mas muerto qe tu metro y tu myspace